Metodología de Evaluación

Algunos elementos metodológicos para cumplir satisfactoriamente con los objetivos del curso

 El curso se propone un doble objetivo: por un lado, lograr que los estudiantes adquieran los conocimientos y conceptos centrales de la materia; por el otro, que desarrollen una metodología de estudio rigurosa, que promueva una mejor comprensión de los contenidos del programa y –simultáneamente- que favorezca una exposición consistente y articulada de los conocimientos aprendidos. Por lo tanto, incorporar una serie de aspectos metodológicos es esencial para cumplir satisfactoriamente con los objetivos del curso y tener un buen rendimiento en las distintas instancias de evaluación.

 Tal como se presenta en la Normas de Cátedra, el curso cuenta con tres instancias de evaluación: i. trabajos domiciliarios (ensayos), ii. parciales/recuperatorio (virtual o presencial según definan las autoridades); y iii. examen final (virtual o presencial según definan las autoridades).

 Los trabajos domiciliarios son dos breves ensayos de 1.500 palabras cada uno, que corresponden a uno de los contenidos de la primera parte del curso y a otro de la segunda.

 Los parciales serán instancias de evaluación virtual o presencial según definan las autoridades.  

 El final durante la presencialidad estará compuesto por 20 preguntas de “multiple choice”, con cinco opciones cada una. El ejercicio consiste en marcar la opción considerada correcta, sin necesidad de justificar la elección. No se restan puntos por respuestas incorrectas.

 

Sobre las formas de evaluación

 i.               Ensayo de integración y aplicación

 Elaboración de un ensayo (con un límite establecido en cuanto a la extensión del trabajo y el momento de entrega) sobre la base de una consigna que se discute en los talleres de integración y aplicación. Esta actividad exige la asistencia a las clases teóricas correspondientes, la lectura de la bibliografía específica y otros textos complementarios y la elaboración de reflexiones personales. Al momento de la redacción del ensayo es posible consultar los textos, los apuntes y el material que se considere necesario, así como planear con tiempo la estrategia de exposición y realizar ajustes y reformulaciones previamente a la entrega.

 El objetivo de esta metodología es evaluar el análisis realizado de la literatura relevante y la capacidad de discutir desde una perspectiva teórica y aplicada la consigna planteada. La estructura y la consistencia lógica del ensayo, la comprensión del tema y la solidez de la argumentación son los criterios a partir de los cuales se calificará el trabajo.

 

ii.                   Exámenes 





El límite está dado por la extensión establecida para la respuesta (generalmente una hoja) y el tiempo de duración del examen (2 horas para responder dos consignas), por lo que resulta sumamente difícil reformular lo escrito o realizar cambios de fondo una vez que se comenzó con la redacción.

 El objetivo es evaluar la comprensión de la temática desarrollada en el curso a partir de los argumentos expuestos en el examen y la capacidad de discutir de una manera concisa y articulada las consignas propuestas. Nuevamente, la estructura y la consistencia lógica de la respuesta, la comprensión del tema, la solidez de la argumentación, la presentación de evidencia para sostener las posiciones y la relación con la literatura y los aspectos conceptuales relevantes son los criterios a partir de los cuales se calificará el examen.


El objetivo de este ejercicio es decidir si la afirmación planteada es verdadera o falsa. Se le otorgará al estudiante un espacio de cuatro renglones donde deberá justificar con precisión su elección, tanto en el caso de que la afirmación sea verdadera como si fuese falsa.

Las consignas apuntan a conceptos fundamentales de la materia y por lo tanto la justificación a elaborar no admite ambigüedades. La justificación deberá realizarse tanto en el caso de que la afirmación sea verdadera como si fuese falsa. En este último caso, la justificación no deberá limitarse a negar lo afirmado en la consigna, sino que se tendrán que desarrollar los conceptos planteados en la misma. 

Este ejercicio apunta a reconocer la capacidad de distinguir la validez o falsedad de las distintas afirmaciones en función de la consigna propuesta, y busca evaluar fundamentalmente la comprensión de los aspectos teóricos más generales y las relaciones existentes entre los conceptos más relevantes de la materia.


El objetivo de este ejercicio es seleccionar la respuesta correcta a una consigna determinada entre una serie de opciones. En general se presentan cinco opciones por cada consigna, y el estudiante deberá marcar la opción que considera correcta (en todos los casos se trata de una única opción válida), sin necesidad de justificar la elección.

Este ejercicio apunta a reconocer la capacidad de distinguir la validez o falsedad de las distintas afirmaciones en función de la consigna propuesta, y busca evaluar fundamentalmente la comprensión de los aspectos teóricos más generales y las relaciones existentes entre los conceptos más relevantes de la materia.

Sobre la metodología de estudio y la evaluación

 Considerando que existen distintas modalidades de evaluación, es importante tener en cuenta una serie de criterios metodológicos a los fines de cumplir con los objetivos del curso. Estos elementos sólo pueden adquirirse con práctica y dedicación a lo largo del cuatrimestre. En esta guía se desarrollan algunos de los aspectos centrales para responder satisfactoriamente a las exigencias de la materia.

 

a)       Ensayos domiciliarios

 

Para elaborar un ensayo consistente y lógicamente estructurado es conveniente tener presentes las siguientes recomendaciones.

 

 

Esto que parece trivial es esencial para que el ensayo reciba una buena calificación. El desarrollo argumental tiene que estar estrictamente orientado a discutir o responder la consigna planteada. No se trata de escribir todo lo que uno conoce del tema ni de exponer conceptos irrelevantes a los fines de la consigna. Antes de comenzar con la redacción, debe tenerse claro como mínimo:

 

 Ejemplo:

 

“En los países subdesarrollados, la técnica del presupuesto por programas no logró los resultados esperados por la teoría. Esto se debe a que, a diferencia de los países desarrollados, los recursos humanos no están suficientemente capacitados”

 

Una forma (entre las muchas posibles) de abordar esta consigna sería la siguiente. En primer lugar, es necesario identificar el concepto central, que en este caso es el de “presupuesto por programas”. En el ensayo debería definirse explícitamente en qué consiste esta técnica. Por otro lado, la afirmación asume que los países desarrollados cuentan con recursos humanos suficientemente capacitados mientras que los países subdesarrollados no. ¿Es esto estrictamente cierto? ¿Se cumple en todos los casos? En tercer lugar, ¿es cierto que en los países subdesarrollados el presupuesto por programas no alcanzó resultados satisfactorios como se afirma? ¿qué evidencia existe al respecto? Finalmente, de ser cierto, ¿es la falta de capacitación de los recursos humanos el único factor detrás de los pobres resultados?

 

 

Un aspecto central para que el ensayo sea consistente es que se encuentre estructurado lógicamente y contenga todos los elementos relevantes para la fundamentación del argumento. Para ello es clave hacer un esquema de exposición que desarrolle consistentemente la posición que se adopta y discuta la consigna rigurosamente. Escribir un ensayo sin un plan explícito probablemente resulte en un texto con falencias argumentativas más o menos serias.

 

En general, todo ensayo debe contar con una introducción, un desarrollo y una conclusión (ver más abajo). Teniendo en cuenta que –además- existe un límite para la extensión del ensayo, es importante seleccionar los argumentos y las evidencias que se van a presentar y descartar lo que no resulta estrictamente pertinente a los fines de la argumentación.

 

 

Un buen ensayo generalmente tiene las siguientes características.

 

                                                               i.      El ensayo debe comenzar con un párrafo introductorio claro y conciso, donde se presenta cómo se va a abordar la pregunta/consigna. Esto implica describir brevemente cómo se va a desarrollar la argumentación (cuál es el tema central del ensayo, qué elementos se van a analizar, en qué orden, etc.) y explicitar la posición personal que se va a sostener. Pueden formularse también distintas preguntas que se irán respondiendo en el ensayo.

                                                             ii.      De todas formas, la introducción no puede ir más allá de una presentación general del tema y tiene como objetivo principal que el lector sepa qué se va a encontrar en el ensayo y cómo se va a discutir la consigna; no puede ser un ensayo en sí mismo ni tener una extensión mayor que el desarrollo de los argumentos.

 

                                                               i.      El cuerpo del ensayo está compuesto por una serie de párrafos donde se desarrollan las ideas y los argumentos. La estructura del ensayo tiene que ser clara y cada parte debe desprenderse lógicamente de la anterior, de forma tal que el lector pueda seguir el desarrollo del argumento. Las ideas y posiciones que se presentan deben sustentarse en evidencias obtenidas a partir del trabajo personal de investigación y/o de la literatura. Como a esta altura del desarrollo académico y profesional de los estudiantes probablemente gran parte de las evidencias provenga de la bibliografía, necesariamente deben incluirse las referencias correspondientes para respaldar las afirmaciones que se realicen (generalizaciones sin fundamentación o afirmaciones que no estén avaladas por evidencias seguramente significarán una menor calificación). Si se cita un trabajo de otro, debe consignarse explícitamente la referencia (ver Anexo I para el formato de citas).

                                                             ii.      Un buen ensayo generalmente incluye distintas fuentes y puntos de vista, que incluye tanto la bibliografía específica del curso como otra literatura relevante encontrada por el alumno. La idea es contrastar diferentes evidencias e interpretaciones y demostrar una buena comprensión de los conceptos clave y del debate existente en la literatura. 

                                                            iii.      La evidencia que sustenta los argumentos puede ser de distintos tipos (teórica o empírica), pero es importante que se incluya una amplia variedad de evidencias (incluyendo ejemplos, datos o afirmaciones de otros autores).

                                                           iv.      Es importante no quedarse únicamente en la descripción o la presentación de la teoría o los casos prácticos vinculados con la consigna. Adicionalmente debe analizarse y relacionarse el material presentado.

                                                             v.      Al exponerse discusiones teóricas o evidencias que respaldan distintas posiciones, debe demostrarse capacidad de realizar deducciones e identificar fortalezas y debilidades de las distintas perspectivas (incluyendo las que están más cercanas a la posición personal). En este sentido, las conclusiones que se obtengan deben alcanzarse a partir de supuestos válidos y deducciones que se desprendan lógicamente del análisis y estén sustentadas en la evidencia provista.

                                                           vi.      En términos del contenido del ensayo, los distintos párrafos deben desarrollarse de una manera coherente y lógica. En general, la argumentación se vuelve menos efectiva si se tratan de abordar diversos temas en un solo párrafo. Es recomendable que cada párrafo contenga un único punto sustancial, que se desarrolla en unas pocas oraciones a través de los argumentos y las evidencias pertinentes. También es conveniente que quede clara la conexión entre un párrafo y el otro, y que no aparezcan argumentos sin ningún vínculo cierto con el desarrollo que se venía realizando. 

 

                                                               i.      La conclusión general del ensayo debería retomar los puntos principales que se discutieron y relacionarse con el párrafo introductorio y la consigna/pregunta del ensayo. Es decir, no es recomendable simplemente dejar de escribir sin ningún tipo de cierre. Debe quedar claro que lo que se adelantó que se iba a desarrollar fue efectivamente realizado. Asimismo, la conclusión debe reafirmar la posición personal.

                                                             ii.      No obstante, la conclusión no debería incorporar nuevos elementos o información no tratada en el cuerpo del ensayo, porque si era realmente relevante debería haberse presentado y discutido previamente, y si no es sustancial entonces resulta redundante.

 

b)      Ensayos en exámenes presenciales/virtuales (parciales y recuperatorios)

 

Los exámenes presenciales/virtuales (tanto los parciales como el recuperatorio) exigen el desarrollo de dos consignas/preguntas. El formato esperado de la respuesta es similar al del ensayo domiciliario, aunque en el contexto de las condiciones particulares de los exámenes presenciales. Para presentar una respuesta consistente en un examen es conveniente seguir las siguientes recomendaciones.

 

 

Al igual que en los ensayos domiciliarios, comprender cabalmente la consigna es la base para obtener una buena calificación. Por eso, antes de elegir las dos opciones que se desarrollarán, es recomendable destinar algunos minutos a reflexionar sobre los alcances de cada pregunta/consigna, de manera de tener claro a qué apunta cada una de ellas. Nuevamente, no se trata de escribir todo lo que uno conoce del tema (algo que muchos alumnos típicamente hacen en los exámenes), sino discutir estrictamente y de una forma coherente y articulada la consigna propuesta.

 

 

Una vez que se tiene claro en qué consiste cada consigna elegida, la planificación de la estructura lógica de la respuesta es el factor crítico para obtener un resultado satisfactorio en un examen presencial. Por ello es indispensable dedicar unos minutos a elaborar un esquema donde quede definido antes de comenzar la redacción cuál es la posición personal sobre la consigna, de qué forma se van a desarrollar los argumentos, qué elementos/ideas se van a discutir en los distintos párrafos, qué evidencias se van a presentar para sostener los argumentos, etc. Es decir, la idea es pensar antes de escribir y no escribir antes de pensar.

 

En este sentido, si antes de comenzar la redacción se cuenta con un mapa de lo que se pretende desarrollar, la tarea de escribir los argumentos se simplifica y el ensayo debería ganar en consistencia. Por otra parte, considerando que la situación de examen generalmente implica una cierta presión y que existe un límite de espacio y de tiempo para responder las consignas, una adecuada asignación del tiempo que se va a dedicar a cada parte del examen es clave para poder tener un buen desempeño. Es importante tener en cuenta que una vez que se comenzó la redacción del ensayo, la posibilidad de corregir o realizar ajustes es muy limitada.

 

 

 

 

 

c)       Ejercicios de “multiple choice” y "verdadero o falso"

 

Lo más importante para responder satisfactoriamente a los ejercicios de “multiple choice” o "verdadero o falso" es comprender acabadamente cada consigna/pregunta. Para ello es necesario leer atentamente la consigna e identificar los términos clave. Recién una vez que se tiene claro el sentido de la pregunta debe evaluarse la validez o falsedad de cada una de las opciones.

 

Puede haber opciones que a primera vista aparecen como falsas pero que si se presta atención resultan verdaderas (o viceversa), opciones que serían verdaderas en un caso general pero que en función de las particularidades de la consigna no lo son, o dos opciones que pueden resultar muy similares pero que en realidad tienen un sentido distinto. En última instancia, la clave en este tipo de ejercicios es interpretar correctamente la consigna y analizar en detalle el contenido de cada opción en función de la consigna.  

En el caso de los "verdadero o falsos", los mismos apuntarán a conceptos fundamentales de la materia y por lo tanto la justificación a elaborar no admite ambigüedades. La justificación deberá elaborarse tanto en el caso de que la afirmación sea verdadera como si fuese falsa. En este último caso, la justificación no deberá limitarse a negar lo afirmado en la consigna, sino que se tendrán que desarrollar los conceptos planteados en la misma. 

 

Anexo  I. Sobre el formato de las citas y las referencias

 

Existen muchas formas de citar la bibliografía utilizada en un ensayo que son válidas y rigurosas. A los fines de nuestro curso, con los ejemplos que se presentan a continuación es suficiente, pero al momento de hacer una presentación de un trabajo académico formal debería seguirse algún estilo "aceptado" convencionalmente (ver referencias más abajo).

 

A. Para citar una idea de otro autor parafraseada (no citada textualmente) o una evidencia que no se obtuvo directamente: no es necesario poner el número de página. Con el autor y el año alcanza. Cada vez que se realice una afirmación fuerte que requiera una demostración que no va a poder realizarse en el trabajo debe referenciarse a algún autor relevante que mantenga esa posición.

 

Ejemplo: “Debe destacarse, sin embargo, el retroceso que en los últimos lustros se ha verificado en la progresividad del sistema fiscal de los EEUU (Krugman, 2007)”.

 

En este caso, no se está presentando evidencia directa de que hubo un retroceso en la progresividad en Estados Unidos, pero se cita un trabajo donde se muestra ese fenómeno y que puede consultarse en caso de requerirse una mayor profundización del tema.

 

B. Para citar textualmente a otro autor: se debe especificar la página de la cita (se ponen "dos puntos" después del año y el número de página).

 

Ejemplo: "En cuanto al conjunto de políticas públicas apropiadas, varían de acuerdo a los respectivos procesos históricos y diferencias estructurales de las sociedades nacionales" (Gaggero, 2008:25).

 

C. Referencias bibliográficas citadas: al final del ensayo es necesario especificar todas las fuente bibliográfica citadas (no cuentan para el límite de palabras). Un formato sería:

 Panitch, L., (1993), “Beyond the crisis of the tax State: from fair taxation to structural reform”, en Maslove, A. (ed.), Fairness in taxation, University of Toronto Press.